miércoles, 4 de enero de 2012

El precio, y la polémica, del metro que no vuela


Hace unos días, por Navidades, volví a España y, como siempre, usé el metro de Madrid. En la estación de Avenida de América me esperaba el cartel, que tanta polémica está creando (ver noticia en El País). En ese momento, no tenía ni idea de que era una nueva campaña aunque si que estaba al tanto de la subida del precio del billete.


Me indigné tanto al verlo que nada más encontrarme con mi amiga Laura nuestra primera conversación tras tanto tiempo sin vernos giró en torno a esta campaña. Ella ha vivido en Berlín y ha viajado bastante por lo que está bastante informada de las condiciones del transporte público fuera de España. Fue ella quien me comentó que en algunos carteles habían añadido el salario mínimo en cada país. 

 Dejando a un lado esa polémica porque entonces tendríamos que considerar el precio de la vivienda, los productos básicos y otros factores socioeconómicos y porque realmente me parece un tema totalmente distinto (y espero que nadie me malinterprete, que estoy totalmente de acuerdo con las quejas de los usuarios sobre el paro y el salario mínimo interprofesional), éstas son alguna de mis conclusiones (y creo que también las de Laura):

- Los publicistas del metro de Madrid deberían centrarse en vender este medio de transporte usando las características que le hacen prevalecer sobre el resto de metros en el mundo. El metro de Madrid no vuela pero sí que es uno de los más limpios y la red es una de las más amplias. Siempre que me encuentro un extranjero que ha estado de visita en Madrid me comenta la buena calidad de nuestra red de metro y lo cómodo que es. Mi consejo es que el consorcio de transportes debería cambiar de agencia de publicidad.

- Las críticas de los usuarios deberían centrarse más en los distintos billetes (¿por qué hay una billete para metro sur y otro para las líneas del centro de la capital?) y en que funcione por las noches. Quizá no todas pero al menos durante el fin de semana. Por ejemplo, en Viena el metro funciona durante toda la noche tanto los viernes como los sábados aunque durante la semana deja de funcionar sobre las doce y media.

- Unificación del transporte público: quizá en Berlín y en otras capitales europeas el precio del billete de metro sea superior al madrileño pero éste sí que permite el uso de más servicios. Por ejemplo, en Berlín el billete sencillo permite usar ilimitadamente todos los medios de transporte público de la capital por un periodo de dos horas. Es decir, que si tienes que coger tres autobuses pagas sólo una vez o que puedes coger el metro, salir y volver a entrar sin necesidad de pagar de nuevo mientras haya transcurrido menos de dos horas. Y en el caso de un trayecto corto, el usuario tiene la posibilidad de adquirir un billete a un menor precio.

- ¿Qué pasa con los estudiantes? ¿Somos la única ciudad que no ofrece un abono a un precio especial? El abono joven es de risa. ¿Quién ha dejado de estudiar a los 21 años? Yo no digo que haya un abono joven hasta los 30 años pero sí que el abono joven debería estar disponible para toda aquella persona que siga estudiando. Por ejemplo, en varias ciudades alemanas al pagar la matrícula de la universidad tienes acceso a usar gratuitamente el transporte público, a nivel local e incluso, en algunos casos, regional. En otras, el estudiante tiene que pagar una tasa semestral si quiere beneficiarse de este servicio (por ejemplo, en Leipzig el precio del abono semestral eran unos 80-100 euros). Lo mismo sucede en otras ciudades de otros paises. En la ciudad canadiense de Halifax el precio del billete normal del autobus eran 2,50 dólares canadienses. Si eres estudiante y pagas 140 dólares puedes usar el autobús gratuítamente durante todo el año (o si pagas 70 dólares por semestre)

¿Cuál es vuestra opinión? Seguro que habéis sacado otras conclusiones y otras críticas distintas.

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